En el mundo del diseño interior contemporáneo, la integración de elementos naturales ha tomado un papel protagónico. Cada vez más, la biofilia, ese amor y conexión innata con la naturaleza, se manifiesta en los espacios interiores. Desde mi pesperctiva de interiorista, considero que las plantas aportan un toque inigualable y dan vida a los espacios, es por eso que siempre intento incluirlas en mis proyectos. Claro que a veces los clientes no cuentan con el tiempo o las ganas de dedicarse a su mantenimiento. Sin embargo, he descubierto que un buen asesoramiento puede marcar la diferencia, ayudando a encontrar la planta ideal para cada hogar. Los expertos pueden asesorarnos para seleccionar la planta que se ajuste a las condiciones de luminosidad, espacio, requerimientos de cuidados, etc., complementando así el diseño del espacio.
Hace poco tuve la oportunidad de conversar con Mabel Abarca, creadora de Huerta de Muti, un proyecto enfocado en la educación y creación de jardines comestibles. Su enfoque me resultó muy interesante.
En su proyecto, Mabel plantea las huertas en macetero como una novedosa alternativa, fusionando la funcionalidad del cultivo de alimentos con la estética decorativa.
Cuando visualizamos un huerto en casa, es común imaginar grandes terrenos o extensos jardines, asociándolos con la imagen tradicional de una granja. Sin embargo, es esencial cambiar esta percepción. La noción de "cultivo de alimentos en casa" nos conduce a explorar opciones más accesibles y versátiles en términos de formato y ubicación.
“Durante años, me he dedicado a transformar cada espacio disponible en una oportunidad para el cultivo. Y en este proceso, he descubierto la sorprendente capacidad ornamental que tienen las plantas comestibles, especialmente cuando se cultivan en interiores o en áreas reducidas” cuenta Mabel, que nos motiva a incorporar el cultivo de alimentos en el diseño interior a través de huertas en macetas.
“Este método ofrece la flexibilidad de integrar plantas comestibles en diversos rincones de tu hogar. Es importante considerar que la profundidad de la maceta está relacionada con el tipo de cultivo y su productividad, pero en términos de estética, las posibilidades son infinitas. Desde la elección del color, la forma y el material de la maceta, hasta la selección de las plantas, cada decisión puede contribuir a la armonía visual del espacio. Sin embargo, no podemos pasar por alto un detalle crucial: el drenaje adecuado. Asegurar un buen drenaje es fundamental para el éxito del cultivo en maceta. Esto puede lograrse mediante la elección de macetas con sistemas de drenaje eficientes o haciendo orificios en la base de las macetas existentes”.
Mabel nos explica que una vez que hayas seleccionado el lugar ideal en tu hogar para incorporar estas huertas ornamentales, es fundamental observar las condiciones de luz y ventilación del espacio. Posteriormente, puedes elegir las hortalizas que mejor se adapten a ese entorno y a la época del año correspondiente. Desde hierbas aromáticas como perejil y albahaca, hasta vegetales de hoja como lechugas y espinacas, e incluso algunos cultivos más robustos como pimientos y zanahorias, las opciones son múltiples.
Su invitación es a observar nuestros espacios con "ojos de huerto", para poder transformar nuestros hogares en lugares vibrantes y llenos de vida. La integración de huertas en macetero no solo añade un toque de frescura y vitalidad al diseño interior, sino que también nos conecta de manera más profunda con el ciclo natural de la vida y la comida que consumimos.
En definitiva, es una forma de honrar nuestra conexión innata con la naturaleza, mientras embellecemos nuestros espacios cotidianos.
Para más info sobre huertos en macetero puedes visitar @huertademuti en Instagram, LinkedIn y TikTok.
Y si necesitas ayuda para diseñar tus espacios de manera funcional y estética, no dudes en contactarnos!
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